Os dejamos algunas imágenes de la capital de Vietnam.
Una ciudad con un carácter inconfundiblemente asiático y una marcada influencia china, donde las calles son un hervidero de gente trabajando, comiendo, jugando y haciendo vida en las aceras, mientras millones de motos circulan incontrolables, pero que al mismo tiempo mantiene un encanto muy francés que se refleja en sus muchos edificios coloniales o en sus nuevos y cosmopolitas cafés y boutiques.
Hanói es por encima de todo una ciudad viva, en constante movimiento, donde uno no puede detenerse porque le pisan, le atropellan o directamente le pegan con una escoba (verídico), la única opción es dejarse llevar y fundirse con su ritmo, olvidarse del constante sonido de los cláxones y dejar de lado los nervios para sortear las motos, esquivar los taburetes de los restaurantes y adentrarse en sus callejones. Es entonces cuando se empieza a disfrutar y descubrir el encanto de esta ciudad que siempre guarda algo interesante y sorprendente en cada esquina.
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