Ha costado pero aquí la tenéis, esperamos que la espera haya valido la pena. La próxima entrada no se hará esperar tanto!
La India es un país tan grande que incluso yendo rápido habríamos necesitado unos cuantos meses para ver todo lo que nos hubiese gustado, pero como queríamos volver a casa antes de que llegara el verano, decidimos centrarnos principalmente en el estado de Rajastán, ya que es una de las zonas que concentra más puntos de interés unos cerca de los otros y todos muy bien comunicados entre si.
Rajastán no es solo el estado más grande de la India si no que además atrae alrededor del 40% del turimos de todo el país. Esta situado en el extremo más occidental de la India, en la frontera con Pakistán y es una tierra impregnada de historias y leyendas, en la que en prácticamente cada ciudad hay una gran fortaleza con palacios y jardines. Es la India más refinada, lujosa, elegante y romántica, la tierra de los Maharajás y del clan de los Rajputs, los "hijos de reyes".
Empezamos por la capital, la Ciudad Rosa, Jaipur, de la que ya os mostramos algunas fotos en la entrada anterior. El nombre proviene del color de los edificios de la ciudad antigua, pintados de un tono rosa pálido. Famosa por sus bazares de artesanía, telas y joyería, en Jaipur también hay algunos de los lugares más interesantes del estado, como el Palacio de los Vientos, uno de los cinco Jantar Mantar (observatorio astronomico) del país y el cercano fuerte de Ajmer, que todo y no ser tan lujoso como otros en nuestra opinión es uno de los más bonitos de Rajastán.
Desde Jaipur nos dirigimos a Pushkar, una de las ciudades más sagradas de la India y supuestamente también una de las más hermosas. Pero al llegar vimos que el gran lago alrededor del cuál esta construida la ciudad y los ghats (piscinas de abluciones) estaba absolutamente seco y por lo visto lleva así los tres últimos años. Con todo, hay que reconocer que no hemos escogido la mejor época para viajar a la India, ya que el verano se esta adelantando este año y es el momento de más calor, con 45º C cada día y con algunos meses por delante antes de que llegue la bendición del monzón, la mayoría de lagos están secos o a niveles mínimos y el paisaje y el clima son totalmente desérticos. Fue una pena no poder ver Pushkar en toda su belleza y encanto, quizás lo más destacado fue el templo de culto a Brahma, uno de los pocos que existe en todo el mundo, aunque destaca más por ello que por el templo en si mismo.
Pushkar es un lugar muy agradable, con un ritmo mucho más de pueblo, más relajado, pero nos sorprendió la gran cantidad de extranjeros que había. Al margen de ser un importante centro de peregrinación hinduista, parece ser una de las mecas para occidentales alternativos y mesías new age, que vienen al lugar demostrando su renuncia al consumismo y a la cultura occidental de la que provienen, comprando ropa y fumando hachís. Con tantos extranjeros, Pushkar, aunque a su manera, no deja de tener un cierto aire a otros lugares moldeados por la afluencia de mochileros como Khao San Road, Vang Vieng o Ko Pha Ngan.
Tras una visita fugaz a Ajmer nos dirigimos a Udaipur, la Venecia de Oriente.
Udaipur es un lugar realmente bonito, con sus enormes lagos y sus palacios flotantes, sus templos jainistas, su variada oferta de restaurantes y sus mercados y puestos de artesanía. Pasamos unos días muy agradables y tranquilos y es uno de los sitios que recordaremos con más cariño de nuestro paso por la India, sin duda, se merece el titulo de ser la ciudad más romántica de Rajastán.
La siguiente parada fue Jodhpur, uno de los lugares que más ganas teníamos de ver. Su ciudad antigua es un laberinto de antiguas casas señoriales de color azul índigo, un auténtico mar de edificios que se extiende por toda la ciudad vieja, bueno al menos esa era la idea que teníamos, porque en la práctica si encontramos dos casas azules seguidas fue de milagro. Puede que fuera porque es la época seca y todo estaba en obras, pero vimos muy pocas casas pintadas de azul. Os dejamos unas cuantas fotos azules para que como nosotros, os podais hacer una idea equivocada de lo que es en realidad ;)
Además de la ciudad vieja, en Jodhpur se encuentra el magnífico Mehrangarh, una de las fortalezas más grandes y majestuosas de todo el país y actualmente reconvertida en importante museo.
También os dejamos algunas fotos del Jaswant Thada memorial del Maharajá Jaswant Singh II y del Palacio Umaid Bhawan, que actualmente es parte residencia del Maharajá Gaj Singh II, parte museo y parte hotel de lujo.
Desafortunadamente no tuvimos tiempo para visitar Jaisalmer y fuimos directamente a Bikaner, una ciudad cercana al desierto del Tarth y famosa por sus telas bordadas y sus camellos. Ya nos pasamos todo el viaje en tren desde Jodhpur tragando la arena que entraba sin cesar por las ventanas, pero al llegar a Bikaner nos encontramos con que la ciudad estaba siendo azotada por una tormenta de arena que lo cubrió todo con un tupido velo marrón hasta la mañana siguiente.
Además de la fortaleza Junagarh, el punto más importante de la zona esta situado a 30 km, en la población de Deshnok y se trata del templo Karni Mata, también conocido como el templo de las ratas.
Se cree que las ratas son las encarnaciones de los descendientes de Karni Mata, una mística del siglo XIV que consideran encarnación de la diosa Durga. Es por esto que no solo se las respeta sino que se las adora y cuida dándoles de comer y beber. Además el templo esta lleno de agujeros para que puedan desplazarse de una cámara a otra sin problemas y han cubierto la parte superior del patio con una red para impedir que los pájaros puedan cazarlas. A pesar de ser un lugar de peregrinación para los hinduistas, el templo se ha hecho famoso por ser uno de los lugares que más choca a los extranjeros.
La verdad es que las ratas no suponen tanto problema, están acostumbradas a las personas y cuando uno pasea por el templo corretean de un lado a otro sin hacer el mínimo caso, lo que sí encontramos desagradable fue el olor tan fuerte que había, los restos de comida y excrementos que cubren los suelos, que por cierto hay que recorrer descalzo y especialmente la enorme cantidad de ratas muertas y en estado de descomposición que había. Resulta curioso que con la veneración que les procesan nadie sea capaz de retirar los cadáveres, pero una vez más, estamos en la India,
Teníamos muchas ganas de que nos siguieras contando sobre la India, la explicación y las fotos excelentes como siempre.
ResponderEliminarGracias por vuestra dedicación y esfuerzo, por darnos la posibilidad de compartir vuestro maravilloso viaje.
Tania