Corea

Mi interés por Corea empezó hace unos años cuando estando en la universidad hice una investigación sobre el arte y la historia de dicho país y a raíz de la cual me di cuenta de lo mucho que había influido y determinado a la cultura japonesa, que era la que en un principio siempre me había interesado. Desde entonces había tenido el gusanillo de ir algún día a recorrer el país y experimentar su cultura de primera mano.

Lo que me he encontrado es país muy orgulloso de sus tradiciones y su cultura, al mismo tiempo que muy desarrollado y moderno. No tengo dudas de que hablando el idioma debe haber pocos países más fáciles de viajar y mejor conectados por trenes y autobuses, pero la realidad es que prácticamente nadie habla inglés, ni en hoteles, ni en estaciones de autobús, ni de tren e incluso en puntos de información turística. Si viajáis aprended el alfabeto hangul, es tremendamente sencillo, es uno de los idiomas mejor "diseñados" que existen, os garantizo que en 15 minutos os lo habréis aprendido y ya podréis leer coreano, lo que es una ventaja. De todas formas me sorprendió que la mayoría de las veces no entendían lo que les decía debido a la pronunciación de algunas vocales, cosa que me llevó algunos dolores de cabeza. 

En general es un país muy seguro, lo único es vigilar con las motos que se meten a toda velocidad por la acera sin ningún tipo de indicación, principalmente motos cargadas hasta los topes y conducidas por yayos y por otra parte los borrachos. Hay una gran afición a alcohol y se nota, yo mismo he visto unas cuantas peleas entre borrachos así que por la noche id con ojo en las zonas de bares y restaurantes, aunque difícilmente tendréis ningún problema siendo turistas.

En el fondo viajar a Corea me daba miedo, sí miedo. Indonesia, Laos, Myanmar, son países que deberían ser mucho más difíciles de viajar, pero donde no he tenido ni medio problema, siempre he sentido que cuanto menos desarrollado es un lugar, más amable suele ser la gente y más te ayuda. Por el contrario, las grandes ciudades suelen ser sitios más hostiles y donde es fácil perderse en la maraña de transportes y direcciones sobretodo cuando no tienes forma de comunicarte, cosa que ya había vivido en China. 

Al final si una cosa he aprendido viajando es que los miedos están para superarlos y Corea no fue una excepción, aunque tampoco diré que todo fuera como la seda. En Seúl no tuve ningún problema, pero al salir de la capital la cosa cambia, especialmente cuando empiezas a moverte en autobús que es la única forma de acceder a los templos o pueblos más alejados. Uno de los días más estresantes fue cuando para volver de Gongju a Daejeon, compré el billete y confirmé con 3 personas distintas que el billete era correcto, al subir al autobús se lo mostré al conductor quien dijo que sí, que subiese, pero tras una hora de trayecto acabé en una estación que no me sonaba, le dije al conductor si era Daejon a lo que empezó a hablarme en Coreano sin parar, me cogió y me dejó en otro autobús donde estuve esperando media hora hasta que arrancó y pude confirmar viendo los carteles de la carretera que me habían llevado exactamente en la dirección opuesta, así que volví a Gongju justo a tiempo para poder volver a comprar el mismo billete y coger el último autobús hacia Daejeon. Aún no entiendo cual fue el problema pero salí a las 5 de la tarde y llegué al hotel a las 10:30 de la noche, un buen paseo por el interior del país! 

Pero al margen de esta anécdota, los transportes en Corea son de lujo y sorprendentemente baratos, los autobuses tienen grandes butacas con mucho espacio para las piernas, algunos tan solo tienen 3 asientos por fila, con lo que tienes muchísimo espacio para los brazos. Los trenes todos funcionan muy bien y son cómodos, limpios, rápidos y puntuales. En general Corea ha resultado más barato de lo que esperaba, desde luego es más caro que el sudeste asiático o China, pero es más barato que Japón o Europa. Como digo los transportes son asequibles, la comida es bastante barata sobretodo si comes en puestos de la calle y la mayoría de museos y templos o son gratuitos o el precio de la entrada es más bien simbólico. Así que el gasto principal es el alojamiento y dejadme que os de un apunte al respecto: Love hotels. 

Los albergues y guesthouse para mochileros simplemente no salen a cuenta, dormitorios con literas, baños compartidos, zonas comunitarias y por el mismo precio o incluso menos, podéis alojaros en alguno de los muchos love Hotels que hay en todas las ciudades, normalmente alrededor de las zonas comerciales y las principales estaciones de tren y autobús. Para daros un ejemplo, un hotel de mochileros con una habitación que era únicamente una cama, sin más mobiliario ni espacio y con baño compartido costaba 38000won mientras que en el love hotel pagué 30000won (18€) por una habitación muy bonita, tipo un 3 estrellas en Europa, con lavabo enorme, ducha hidromasaje, TV de plasma de 50 pulgadas, ordenador propio con internet, dispensador de agua potable, jabón, champú, cepillo dientes, toallas, etc. Estos hoteles no están orientados a extranjeros por lo que en la recepción nunca hablan inglés, pero no es problema, al final con señas te haces entender. Yo en todas las ciudades que estuve terminé alojándome en Love Hotels y todos estaban limpísimos y eran seguros, es más, nunca escuché ruidos ni en los pasillos, ni en las habitaciones vecinas y ni siquiera me crucé con nadie y es que este tipo de hoteles están pensados para tener la mayor privacidad posible y la gente es bastante discreta y no se suele dejar ver, así que en Corea los love hotels son la clave, tomad nota, eso sí que no os sorprenda que tengan en la recepción alquiler de peliculas porno o maquinas dispensadoras de preservativos dentro de la habitación! de todas formas si realmente queréis ahorrar dinero la opción más económica es ir a dormir a los Jjimjilbamg, que son casas de baños en las que puedes pasar la noche en zonas comunes rodeado de gente, yo he preferido disfrutar del viaje e intentar descansar bien por las noches que con los tutes que me daba de caminar lo necesitaba, pero es la opción más asequible que hay, si probáis ya me contaréis que tal.






Resumiendo, fui a Corea con ganas de conocer una país con una cultura prácticamente desconocida en occidente, pero temiendo encontrarme con una decepción. Sin embargo me ha sorprendido lo bonito que es y la gran cantidad de cosas que hay que ver, tanto ciudades, como palacios, templos, montañas, playas, incluso islas y volcanes. 

Pero lo que más me ha sorprendido, una vez más y es que parece que no aprendo la lección, es la gente. Los coreanos puede que parezcan un poco secos en la primera impresión, son también muy directos y no se andan con finuras, pero tras esa fachada se esconde gente muy cálida, amable y verdaderamente hospitalaria y cariñosa. Fueron tres semanas de viaje donde no me crucé prácticamente con ningún extranjero, con lo cual estuve siempre solo, se podría haber hecho un poco pesado y haberme agobiado, pero nada más lejos, gracias a toda la gente que me he ido cruzando, que se acercaban a ayudarme, a charlar, incluso sin saber prácticamente inglés o quienes directamente me invitaron a comer y compartir su mesa, gracias a ellos he pasado muy buenos momentos. Gamsa Hamnida!

Os lo vais a perder?