El ticket de ferry del que os hablaba en la entrada anterior y gracias al cual me dejaron volar a Corea del Sur, finalmente sirvió y desde Busan pude viajar por mar a Japón donde tras un breve paso por Fukuoka me dirigí a Osaka.
Osaka es la tercera ciudad más grande de Japón y el motor económico de la región de Kansai. Debido a su situación geográfica siempre ha sido el punto a través del que se han filtrado todas las relaciones con los países vecinos, tanto culturales como comerciales y desde la antigüedad ha sido el puerto más activo e importante del país. Sin embargo, comparada con la mayoría de ciudades japonesas Osaka resulta algo más sucia y ruidosa, también llama la atención la cantidad de prostíbulos y locales dedicados al sexo que hay y además es donde se encuentra el cuartel general de los yakuza, la mafia japonesa.
La gente joven también viste más extrema, podría decirse que más hortera, y el dialecto que se habla parece ser menos refinado que el japonés común, por lo que generalmente Osaka es considerada la ciudad más chabacana de Japón, quizás debido a la estrecha relación que ha mantenido con Corea. Pero resulta curioso que en Corea del Sur, Busan tenga también una fama parecida y es que en el fondo estas dos ciudades se parecen. Ambas son enormes urbes, modernas y en constante expansión, pero típicas ciudades portuarias al fin y al cabo, dedicadas al comercio y al ocio y donde tampoco hay tantas cosas que ver.
La gente joven también viste más extrema, podría decirse que más hortera, y el dialecto que se habla parece ser menos refinado que el japonés común, por lo que generalmente Osaka es considerada la ciudad más chabacana de Japón, quizás debido a la estrecha relación que ha mantenido con Corea. Pero resulta curioso que en Corea del Sur, Busan tenga también una fama parecida y es que en el fondo estas dos ciudades se parecen. Ambas son enormes urbes, modernas y en constante expansión, pero típicas ciudades portuarias al fin y al cabo, dedicadas al comercio y al ocio y donde tampoco hay tantas cosas que ver.
En general sí es cierto que la gente me pareció un poco más chillona y menos recatada que en otras zonas de Japón, pero por otro lado es una ciudad bulliciosa, con mucha energía, donde encuentras ambiente a todas horas e incluso entre semana las calles están abarrotadas por la noche. Además tampoco es que no haya nada que ver, el Acuario de Osaka es de los mejores del mundo, el castillo quizás sea una reconstrucción moderna, pero no por ello deja de ser interesante y las vistas de la ciudade desde el Umeda Sky Building son espectaculares.
Lo mejor para tomarle el pulso a la ciudad es acercarse a Dotonbori y perderse por sus abarrotadas calles, entre luces de neón y puestos de takoyaki. Si pasáis por Osaka no dejéis de probar estas bolas rellenas de pulpo que venden por todas partes y que se han convertido en una de las señas de identidad de la ciudad, están deliciosas!
Por cierto solo falta 1 día para que cierren las votaciones para los premios Bitácoras 2011 así que aprovechad para Votar Memorias de Oriente :)
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