La hora azul

Ko Samui

De el trío de islas Ko Tao, Ko Pha Ngan y Ko Samui situadas en el golfo de Tailandia, esta última es la más grande y la más desarrollada con diferencia. Los primeros viajeros vinieron atraídos por sus larguísimas playas de arena blanca y su densa selva interior, un paisaje ideal para perderse y disfrutar de un entorno privilegiado. Pero actualmente las costas están amuralladas por resorts apilados uno tras otro y las playas invadidas por tumbonas y sombrillas. 
Chaweng, la playa más larga y la que recibe más turistas, esta rodeada por una gran zona comercial donde hay desde centros comerciales, discotecas, Mcdonads, Starbucks o KFCs y donde difícilmente se tiene ningún contacto con la cultura local. 

Lamai es la segunda playa más concurrida, donde también hay infinidad de resorts y restaurantes, pero en general el ambiente me pareció mucho más agradable y relajado que el de Chaweng.

Yo tenía ganas de relax, así que decidí alojarme en Mae Nam y me sorprendió mucho la poca gente que había, especialmente teniendo en cuenta que Chaweng o Lamai no estan tan lejos, pero mientras estas últimas están a rebosar, en Mae Nam me pasaba el día prácticamente solo en una playa de kilómetros de largo. Es algo que no había experimentado nunca y desde luego no esperaba hacerlo en la concurrida Ko Samui.

Fueron cuatro días de absoluto descanso, tanto mental como físico, donde a parte de visitar las otras playas y algún templo, no hice más que tostarme al sol y dejarme mecer por las olas e incluso probé mi primer masaje tailandés y lo recomiendo totalmente!

Como siempre más fotos en el Flickr. Si os han gustado estas playas, esperad a ver la siguiente parada ;-)

Ko Tao

La isla tortuga es famosa por ser uno de los centros de submarinismo del sudeste asiático. La mayoría de gente que va a Ko Tao va a sacarse el certificado de buceo y a explorar los ricos fondos marinos que la rodean. También sorprende la cantidad de extranjeros que residen en la isla trabajando en las escuelas y resorts de submarinismo, en definitiva aquí todo gira entorno a la industria del buceo.

Yo no tengo intención de aficionarme al submarinismo, al menos por ahora así que ¿que se me había perdido en Ko Tao? 

En primer lugar me había quedado la espina de no haber podido ver esta isla en el otro viaje que hice a Tailandia y en segundo lugar, aunque Ko Tao no es famosa por sus playas de arena, todo el mundo me decía que aunque no hiciese submarinismo, seguía siendo una isla preciosa para descansar y hacer snorkeling.

Mi idea era estar tres días pero al final me quedé seis, en parte porque llovió todos los días que estuve allí, e incluso habiendo pasado casi una semana aún me quedaron muchos sitios por ver. Lo que sí puedo decir es que me sirvió para descansar, reponer energías y sobretodo para coger algo de color :)

¿Hace un chapuzón?

En breve crónica de la primera semana en las playas.

Ayutthaya

Ya os hable de Ayutthaya en este post así que ahora os dejo solo con algunas fotos de esta preciosa ciudad, rebosante de historia y arte y en el que pasé tres días muy relajados, yendo en bici, paseando por sus templos, sus mercados y basicamente descansando un poco del ritmo de Bangkok.

La ciudad de los monos

Aproveché que estaba en Ayutthaya para acercarme a pasar el día Lopburi, una pequeña ciudad con más de mil años de historia y famosa por sus templos de estilo jemer. Es una parada interesante si se va hacia al norte, por estar en la ruta entre Ayutthaya y Sukhothai.

Pero lo que más llama la atención es probablemente la numerosa comunidad de monos macacos que vive libremente por sus calles. 

Había visto monos viviendo salvajes en muchas partes de Asia, pero en ningún sitio había visto tantos como en Lopburi. La mayoría residen en el Wat Phra Prang Sam Yot, donde son alimentados por los visitantes a través de los barrotes que impiden su entrada al templo. Pero al salir al exterior y acercarme a una escultura de Buda, me encontré con la verdadera guarida de los monos. Había cientos de monos apostados en las sombras, refugiándose del sol abrasador, mirando cada paso que daba con ojos inquisitivos.  

Aunque están muy acostumbrados a los humanos, sabía que adentrarme en su territorio no era muy inteligente, pero después de que uno de los guardias del templo pasara por en medio sin inmutarse, me dije que yo también podía, así que lentamente fui acercándome y empecé a hacer algunas fotos cuando sin verlo venir un mono se acercó por detrás, trepó por mis piernas, corrió por mi espalda y con un salto se perdió por lo alto del muro. El mono solo quiso ver si llevaba comida que robar, ni me atacó ni me mordió, pero fue suficiente aviso para alejarme!

En general Lopburi me gustó, aunque es pequeño, los templos son muy distintos a los que se ven en Ayutthaya o Sukhotai y si quieres hacer fotos de monos, no hay un sitio mejor. Aunque no creo que haga falta pasar noche, con una mañana se tiene tiempo suficiente para verlo todo.

Libre!

Feliz encuentro con un elefante

¿Llueve? ¿se ha hecho tarde? ¡más motivo para hacer fotos!

Al principio fue un poco frustrante que cada día se pusiera a diluviar a media tarde y me chafara los planes que tenía para ese día, pero en vez de quedarme encerrado en el hotel o refugiado en un centro comercial decidí intentar hacer otro tipo de fotos aprovechando la iluminación nocturna, los reflejos del asfalto, los charcos, la gente con paraguas, el movimiento de los coches,... 

Me he empezado a aficionar a salir por la noche con el trípode y hacer unas cuantas fotos antes o después de cenar. Ahora lleva dos días sin llover e incluso empiezo a echarlo de menos.

Que os parecen?