Pensabais que ya había dejado de lado el blog? pues nada de eso!
Sigamos con el relato sobre Sri Lank donde lo dejé, que era el final del viaje:
La LonelyPlanet decía que no valía la pena, mientras que toda la gente que me había encontrado por el camino directamente ni la había visitado y mi propia experiencia durante el primer día en Sri Lanka tampoco había sido muy positiva pero aún así decidí ir a Colombo, la capital del país.
Por qué malgastar un tiempo que podría haber destinado a pasar en alguna de las playas paradisíacas en las que había estado? bueno, en primer lugar porque estaba obligado a pasar la última noche en alguna parte medianamente cercana al aeropuerto ya que el vuelo salía a primera hora de la mañana y segundo porque soy un culo inquieto, porque en la playa me aburro y porque faltaba que me dijeran que no era un lugar interesante y que nadie iba para que quisiera verlo por mi mismo.
Qué me pareció? bueno una ciudad bonita desde luego no es, agradable o interesante para el viajero... tampoco. Colombo es enorme y es complicado moverse de un lugar a otro. Además fue en el primer sitio donde encontré conductores de tuk tuk que te acosan, gente que solo por ser extranjero se te acerca para intentarte vender cosas o timarte, también es donde vi más inmigración, del resto de Asia pero principalmente indios y pakistaníes que la convierten en un enclave más internacional, pero sin la amabilidad del resto de la isla.
El hecho de venir de la soleada y preciosa Galle y que solo llegar a Colombo se pusiera a diluviar no ayudó precisamente a que tuviera una buena primera impresión. El autobús me dejó en la zona más abarrotada de la ciudad, abriendome paso como pude entre la gente busqué un rincón donde no mojarme mucho para cambiar las chancletas por bambas y poner el raincover a la mochila y al terminar noté una palmada en medio de la espalda. No un golpe muy fuerte, justo como cuando alguien que conoces te da un golpe intentando asustarte pero en broma, pero al girarme vi que había sido un monje budista que se alejaba mirándome fijamente con una cara totalmente inexpresiva, ni hostil ni amigable. Me quedé un poco aturdido, yo estaba apartado sin molestar a nadie, y el hombre se había desviado para darme una palmada y seguir su camino, no entendí nada y aún sigo sin entender qué significó aquello...
Colombo no solo tenía fama de fea sino también de cara, los únicos alojamientos asequibles se situaban delante de la estación de trenes y el mercado. Lo que me encontré fueron las peores habitaciones que he visto en toda Asia, imagino que la India o Tailandia eran así hace unos 30 años. Todos los "hoteles" estaban situados en los pisos superiores a los que se llegaba por estrechas y oscuras escaleras que cruzaban plantas llenas de escombros o indigentes. Vi unos 6 hoteles diferentes, en algunos al verme me echaron y el resto tenían todos el mismo tipo de habitaciones, todas interiores sin ningún tipo de luz o ventilación y con el baño y la ducha dentro. No podéis imaginar la peste a humedad que había y la suciedad, todas las camas eran espartanas, de metal con cochones de espuma, mugrientos y de dos dedos de grosor, además los precios eran todos de 2500 rupias la noche (15€, más de lo que había pagado en ningún otro hotel del país, todos mucho mejores y con desayuno incluido), además tenía que dejar la habitación a las 7 de la mañana.
En la última que visité les convencí para que me dejaran hacer el checkout más tarde y la habitación era algo más agradable así que resignado estaba convencido de quedarme allí cuando al acercarme a la cama y levantar ligeramente la sábana vi que el colchón estaba totalmente negro, he visto colchones en la basura infinitamente más limpios que aquel. Me dio un escalofrío al pensar en los bichos que debería haber allí esperando picarme mientras dormía... Lo de ser mochilero tiene límites así que me fui y al salir a la calle, con todo el gentío, el bochorno, la lluvia, las calles embarradas... me dieron ganas de huir de allí lo más rápido posible, iba a dirigirme directo a la estación de trenes para abandonar ese agujero cuando en el último momento paré a un tuk tuk y le dije que me llevara al Nippon Notel, el único hotel que recordaba haber encontrado medianamente barato la última vez que había tenido internet, aunque la mayoría de comentarios sobre el hotel eran muy malos. El hotel estaba un poco destartalado pero era infinitamente mejor, habitaciones grandes, con ventanas, luz, lavabo limpio y en condiciones y con aire acondicionado! y encima costaba solo 2000 rupias la noche. Tras una ducha y con el ánimo recobrado me dispuse a explorar Colombo.
Casualidades de la vida, al salir a la calle hacía sol, así que dediqué todo el día a pasear de un lado para otro. No es una ciudad que recomendaría pero tiene algunos edificios increíbles, la mayoría datan de la época colonial holandesa y han sobrevivido inalterados hasta nuestros días. Por desgracia muchos están totalmente dejados, algunos incluso abandonados, llenos de vagabundos y basura. No tengo ninguna duda de que dentro de pocos años cuando el dinero llegue a Sri Lanka y se restauren y reformen esos edificios, Colombo será una ciudad muy interesante e incluso cosmopolita. Prueba de ello es el antiguo hospital holandés que han rehabilitado con mucho gusto y que han convertido en una especie de centro comercial con tiendas y cafés, justo en frente del World Trade Center con sus dos descomunales y desproporcionadas torres acristaladas, incluyendo un hotel Hilton de cinco estrellas que es el orgullo de la ciudad.
Pero mientras Galle a ido desarrollándose durante décadas, con pequeñas boutiques, restaurantes, galerias de arte, pensiones y hoteles, integrando tanto a extranjeros como locales y es ahora cuando empiezan a surgir opciones de más nivel, no parece que vaya a suceder lo mismo en Colombo. Da la sensación que va a pasar de la pobreza absoluta al alto standing, el turismo de lujo y el consumismo masivo, sin ningún tipo de transición. Pero mientras esta zona de la ciudad es inaccesible para los locales, el otro gran reclamo, el mercado de Pettah es todo lo contrario, hecho por y para los locales. Calles y calles repletas de gente, puestos de comida, tenderetes y donde puedes encontrar de todo menos algo que interese a un extranjero. Desde sarees, cables, tuberias, muebles, comida y ropa e imitaciones de lo más cutre: tipo bolsos facebook o camisetas nokia, cualquier marca conocida sirve para ponerla en la ropa y accesorios, que más da? la mayoría no sabe de qué son esas marcas. Normalmente me encanta los mercados y las aglomeraciones de gente, son perfectos para hacer fotos y distraerse pero en este caso el ambiente era muy agobiante y no me gustó demasiado.
Al día siguiente pude visitar dos templos budistas que sí valían la pena y que me permitieron poder ver otra zona de la ciudad mucho más agradable, aunque lo mejor de Colombo sin lugar a dudas, es su playa.
Y no por que sea una playa bonita, sino porque cuando cae el sol se congregan cientos de personas en la orilla, únicamente para hacer volar sus cometas y estar un rato en familia viendo la puesta de sol mientras se mojan los pies. Fue una experiencia increíble, además todo el paseo marítimo se llena de puestos de comida buenísima así que quedé encantado.
Y no por que sea una playa bonita, sino porque cuando cae el sol se congregan cientos de personas en la orilla, únicamente para hacer volar sus cometas y estar un rato en familia viendo la puesta de sol mientras se mojan los pies. Fue una experiencia increíble, además todo el paseo marítimo se llena de puestos de comida buenísima así que quedé encantado.