Fuimos a Vietnam sabiendo que era un lugar sobrexplotado turísticamente y donde todo el mundo intentaría sacarnos la máxima cantidad de dinero posible. Las incontables historias de viajeros insatisfechos sobre todos los timos imaginables, casi siempre relacionados con tours o con los desplazamientos de una ciudad a otra, nos hicieron ir con pies de plomo desde el principio y quizás desconfiar más de la cuenta.
Tuvimos algunos problemas, sobretodo por las fiestas del Tet (año nuevo chino) que nos hicieron estar parados demasiado tiempo en algunas ciudades en detrimento de ver otras, pero en definitiva, quizás porque ya íbamos predispuestos a ello o por simple suerte, podemos decir que nadie nos estafó ni nos vendió nada que no fuera lo que habíamos acordado. Como ya os explicábamos en la entrada de Sapa, ha habido momentos un poco agobiantes en los que uno se siente como un limón al que intentan exprimir, pero eso es algo que sucede en la mayor parte de Asia, es solo cuestión de tomárselo con filosofía y no perder la calma.
De Vietnam nos quedamos con muchas cosas, desde la agradable Hanoi, los preciosos paisajes de Sapa, la encantadora Hoi An y la siempre sobrecogedora Bahía de Halong, son algunas de las cosas que ya hemos compartido con vosotros, pero también dejamos atrás muchos otros lugares, como por ejemplo Hue, donde se encuentra la ciudadela y la ciudad prohibida púrpura, residencia del antiguo emperador y máximo exponente de la cultura vietnamita, aunque tras los bombardeos americanos apenas queda nada en pie. Sin embargo, en los alrededores hay gran cantidad de pagodas y las impresionantes tumbas reales, la única pega fue el mal tiempo.
Y es que hasta ahora habíamos tenido mucha suerte en cuanto al clima se refiere y a penas habíamos tenido unos pocos días de lluvia en todo el viaje, pero todo y que fuimos a Vietnam durante la época más seca del año, el tiempo no acompañó en muchas ocasiones, lloviendo sin parar durante días e impidiéndonos ver algunas de las cosas que teníamos planeadas y sobretodo no nos permitió disfrutar de sus maravillosas playas.
También dejamos atrás la visita a las ruinas de My Son, que quizás no sean tan impresionantes como las de sus vecinos Khmer, pero sin duda merece la pena la corta excursión desde Hoi An para contemplar los últimos vestigios de la antigua cultura hinduísta Shampa (o Champa) que vivió su apogeo durante el s.IX y X, aunque no formó parte del actual Vietnam hasta principios del s. XIX.
Pero si hay algo que ha hecho famoso al país, por desgracia, es por la guerra con Estados Unidos y las incontables películas y libros sobre ella. Hay muchos puntos de interés histórico desperdigados por su geografía pero los más significativos quizás sean los tuneles de Cu Chi cercanos a Saigón. Más de 200 kilómetros de laberínticos túneles bajo los que el Viet Cong y los campesinos se escondían y combatían a las tropas americanas. El complejo puede visitarse y esta totalmente adaptado al turismo, eso sí, es sorprendente la total falta de imparcialidad y el poco tacto hacia las víctimas americanas que muestran los guias y el video de presentación. También es curioso que junto a la tienda de souvenirs puedas comprar munición como si de una feria se tratase y disparar una Ak47, una M30 o una ametralladora M60 en un campo de tiro. Cuando uno recorre esos minúsculos y asfixiantes tuneles y sale a la superficie, rodeado de la selva, con los cráteres de las bombas por todas partes y con el sonido de las ametralladoras de fondo, casi puede imaginarse los horribles sucesos que allí acontecieron.
A decir verdad parece mentira que Vietnam haya conseguido resistir al imperio Khmer, a diez siglos de invasión China, al colonialismo francés e incluso a los americanos y haya conseguido mantener una cultura y una identidad únicas y distintas a cualquier otra. Pero su influencia puede verse en los muchos templos taoístas, confucionistas, budistas, hinduístas e iglesias cristianas que hay por todas partes.
No solo ha sabido respetar la libertad de culto sino que esta actitud plural y multicultural se ve reflejada en el nacimiento de una curiosa y colorida religión llamada caodismo y que tiene más de 2 millones de seguidores en todo el país.
Al final nos llevamos el recuerdo de un país fascinante y precioso, con una gente maravillosa, abierta y amigable. Si solo se pudiese visitar un país del sudeste asiático, Vietnam sería una de las mejores opciones. Es un país relativamente pequeño y fácil de abarcar, en el que se encuentra resumida mucha de la belleza y la cultura de todo el continente, hay ciudades antiguas, templos, ruinas, muchas maravillas naturales, campos de arroz, playas, islas y grandes ciudades con todas las comodidades, además y por encima de todo, se come muy, muy bien!
Chulísimas las fotos, Marta. Me tienes que contar qué cámara usáis. Sois unos artistas!!
ResponderEliminarLa que se ha liado en Barna... Caen 4 copos y se lía la de Dios, jaja! Gente que ha estado 7 horas para entrar o salir de la ciudad, mi cuñado se ha tenido que quedar a dormir en casa de mi madre porque la autopista hacia Alella estaba cerrada, gente tirada sin gasolina, accidentes cada 2x3, no iba el metro ni los autobuses ni nada. Jajaaaaaaaaa, me río porque sólo han sido 4 copos si lo comparamos con la que suele caer por Europa. Cómo somos, madre mía!!!
Muaaaaaaaaaaaaaaaa
Tambien merece la pena pero muxo muxo este recorrido, ehhhhhh Keny sobresaliente en historia nennnnnnn de perlas........ los coment. y las fotos buac!!!!!!! m gusta la barca-tienda una toma genial, y la india que?????????? si verdad, creo que vale la pena, es diferente a todo lo visto, peeeero ya que estais por ahy aprovecharlo que viene de paso. petonetssssss tt. loli
ResponderEliminarSin duda, tenéis fotos muy buenas, os agregamos a contactos en flicr YA!!!! Me encantaría saber infinidad de detalles sobre vuestra aventura... qué envidia!
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