Si las calles de Roma están repletas de arte e historia, Florencia es una obra de arte en si misma.
Su nombre proviene de Florentia, que en latín significa florecimiento. Un nombre muy adecuado para la ciudad que vio nacer a uno de los movimientos artísticos que más transcendencia han tenido en la historia moderna, tanto en el arte como en el pensamiento y la ciencia occidentales.
El Renacimiento fue un verdadero paradigma en muchas de las ramas del saber y la cultura, con el impulso del humanismo, se rompió con el dogmatismo y la ignorancia que habían reinado durante los siglos de la Edad Media y se empezó a poner énfasis en el conocimiento y el estudio, en parte gracias al descubrimiento y revalorización de los clásicos griegos y romanos.
La que por aquel entonces era el feudo de la poderosa y rica familia Medici, se convirtió en el centro artístico de Europa. Un periodo en el que surgieron artistas como Giotto, Botticelli, Leonardo da Vinci o Miguel Ángel.
Pero la obra que dicen marcó el inició del Renacimiento no fue una pintura ni una escultura, sino la gran cúpula de Brunelleschi, que aún hoy en día sigue dejando boquiabierto a todo el que ve por primera vez el Duomo de Santa Maria del Fiore.
Florencia tiene una oferta cultural que pocas ciudades en el mundo pueden igualar e incluso los visitantes menos apasionados por el arte se verán contagiados por la belleza de las obras de la Galleria Uffizi o de la Academia donde reside el David de Miguel Ángel.
Y si eso no fuera suficiente, solo cabe pasearse por el ponte Vecchio al atardecer para acabar de enamorarse de esta ciudad.
A diferencia de Roma, para los dos era la primera vez que visitábamos Florencia y nos encantó, es un ciudad preciosa, suficientemente pequeña como para poderse recorrer a pie cómodamente y en la que además de ver sus muchas obras de arte, merece la pena perderse en sus mercados de artesanía, degustar su deliciosa gastronomía o sentarse a tomar un helados en alguna de sus animadas plazas.
Y en unos días la crónica de nuestro paso por la ciudad que sirvió de escenario para el amor prohibido de una Capuleto y un Montesco ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario