Cuando llegué a Japón ya había comprado el billete de vuelta a Barcelona, así que era un viaje a contrareloj para intentar ver los principales lugares que me habian quedado pendientes de mis viajes anteriores, mi objetivo era como mínimo ver Fukuoka, Osaka, Nagoya e Ise y por supuesto disfrutar de unos cuantos días en Tokyo, que me encanta. Así que en principio descarté Kioto donde ya había estado dos veces y que la última vez ya había recorrido de forma muy intensiva visitando práctimamente todos sus templos, bueno quizás exagere ya que hay unos 2.000, pero desde luego ví los principales y muchos otros que están fuera del las rutas turísticas.
Pero Kyoto es un lugar tan bonito y tan único, que a última hora y gracias a que tenía el rail pass que me daba la libertad para moverme a mi antojo por todo el país, decidí pasar al menos un día y aprovechar para ver la zona de Sagano que me quedé con ganas de ver la última vez.
Kioto fue la antigua capital de Japón desde el s. VIII hasta el s. XIX cuando fue trasladada oficialmente a Edo, actual Tokyo. Pero mientras esta última sufrió mucho durante los ataques de la Segunda Guerral mundial, Kioto nunca llegó a ser bombardeada y es donde hoy en día puede apreciarse mejor la cultura tradicional japonesa. Eso no significa que Kioto sea un pueblecito, es más, la primera vez que la visité me decepcionó un poco ver que era una gran ciudad. Al llegar a la ultramoderna estación de tren uno se pregunta si realmente está en ese lugar de casitas de madera con tejados inclinados de loza, pero al empezar a recorrer sus calles, pronto se verá colmada con creces cualquier expectativa por ver y experimentar la belleza del Japón que se ve en las postales: templos, palacios, teatros, castillos, jardines e incluso geishas y maikos.
No tuve tiempo para mucho, pero fue suficiente para matar el gusanillo y me alegro de haber ido una vez más, para mi Kioto aún siendo todo lo turistico que pueda ser, es uno de los lugares más bonitos que hay en el mundo y no porque sea una ciudad bonita, que tampoco lo es especialmente sino porque es una zona con un patrimonio cultural tan impresionante y que abarca tantísimos rincones de una belleza tan extraordinaria, como no conozco ningún otro. Kioto no solo es un imprescindible si se viaja a Japón sino que para mi es motivo más que suficiente para coger un avión y cruzar medio mundo para verlo.
Perderse por las estrechas calles de Gion, sentarse a orillas del río Kamogawa, contemplar los jardines de gravilla y rocas en los templos zen, recorrer el paseo de los filósofos, tomarse un pincho de dango y un té verde, maravillarse con los tuneles de toriis de Fushimi Inari Taisha, meditar en los bosques de bambú de Arashiyama o ver el atardecer desde lo alto del Kiyomizudera. Os diría que si podéis elegir la visteis durante el otoño, entre noviembre y diciembre cuando el follaje de los arces es de un rojo tan intenso que os parecerá imposible que alguna vez fueran verdes, pero también os aconsejaría que fuerais en primavera para ver los cerezos en flor y el agradable ambiente festivo que se respira en esa época, pero en verano es igualmente bonito y estoy seguro de que en invierno ha de ser una maravilla y es que una de las características de la cultura japonesa es la de saber aprovechar y potenciar la belleza en cada una de las estaciones del año, es esa preocupación y mimo por los detalles aparentemente insignificantes lo que más me fascina de su cultura. En definitiva cualquier momento es bueno, yo jamás me cansaré de visitar Kioto.
The kinkakujin was probably the temple that I liked the most when I visited Japan for the very first time. It is a pity that the existing one is a replica of the original one, but still I thought it was beautiful.
ResponderEliminarThanks for continuing posting the photos and stories of your trip!
Me gusta mucho esta publicación! Mi novio y yo vamos a empezar a ahorrar para ir a Japón es una de las cosas que tenemos pendientes! desde luego las fotos son impresionantes y mientras más las miro más ganas tengo de estar allí. Todo el mundo que ha ido a Japón viene enamorado de ese país! Por algo será...
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