Pamukkale

En la provincia de Denizli se haya una de las maravillas naturales de Turquía. Desde lejos podría parecer una montaña nevada, o quizás un castillo de algodón como bien dice su nombre Pamukkale, pero se trata de travertino, depósitos de roca sedimentaria arrastrada por el agua que brota desde lo alto de la montaña y que durante siglos ha ido acumulándose a lo largo de la ladera y creando poco a poco las actuales piscinas naturales.

Las aguas termales de Pamukkale ya fueron un lugar muy concurrido durante la época helenística y durante el imperio romano se desarrolló una prospera ciudad a su alrededor. Aunque las ruinas de la Hierápolis no sean tan impresionantes como las de Éfeso o Pérgamo, su visita vale la pena y da una idea de lo grande que llegó a ser, con 2 teatros, unos enormes baños romanos y una extensa necrópolis. 

Durante los años 80 y 90 Pamukkale se hizo muy popular y el turismo desenfrenado degradó mucho los travertinos, que se cubrieron de algas y pasaron a ser de colores amarillentos y negros, también se edificaron hoteles en la Hierápolis e incluso se contruyó una carretera que atravesaba los travertinos. Por suerte desde que la UNESCO lo declarara patrimonio de la humanidad la situación ha mejorado muchísimo. Se derruyeron los hoteles, se tapó la carretera (que hoy día esta totalmente cubierta por piedra caliza) y ahora las piscinas naturales están recobrando su color blanco original.

Para acceder a los travertinos y la Hierápolis hay que pagar una entrada (que es válida par una única entrada y día) y que permite atravesar las terrazas descalzo y remojarse los pies en las aguas termales, cosa que puede hacerse también en invierno ya que el agua siempre está caliente. Aunque para quien quiera bañarse lo mejor es ir a la piscina que hay en lo alto y que es de donde brota el agua. Hay que pagar extra y traer bañador y toalla propios pero el entorno es espectacular con las columnas y restos de los edificios romanos sumergidos en el fondo.

El fenómeno natural de las cascadas de calcio es muy singular y pueden encontrarse muy pocos ejemplos tan espectaculares, a parte de Pamukkale dicen que tan solo Hierve el Agua, en Mexico es comparable en todo el mundo.