A estas alturas todo el mundo conoce la zona del Algarve, el destino veraniego más popular de Portugal. Nunca me había llamado mucho la atención pero me quedé alucinado al ver unas fotos por internet de la Praia de Dona Ana, una playa de arena dorada y aguas turquesas rodeada por enormes riscos, parecía una escena de Tailandia más que del sur de Europa, así que teniéndola a la vuelta de la esquina no lo pensé dos veces y Lagos se convirtió en uno de las razones principales de mi viaje al país luso.
Es cierto que es totalmente turístico: playas atiborradas de sombrillas y toallas, niños correteando, jugando a la pelota y a las palas, familias, abuelos, chulo-playas, … no es un paraíso perdido, o quizás sea exactamente eso un paraíso que dejó de serlo, debido a los complejos hoteleros, los chiringuitos, las carreteras, los barcos, las colchonetas hinchables … pero aún y así, en temporada alta, en pleno Agosto, con solo caminar unos minutos y salirte de las playas principales podías encontrar calas maravillosas y totalmente desiertas, y si alquilas una moto o ya incluso tienes tu propio barco pues ni me imagino las joyas que puedes encontrar alejadas del ajetreo y las masificaciones.
Hay lugares de los que hay mucho de que hablar, pero realmente este no es uno de ellos. Las fotos hablas por si solas, playas únicas, aguas cristalinas, mucho sol, mucho calor y unas vacaciones playeras en toda regla, que de vez en cuando, tampoco esta nada mal.
Si ya estáis un poco cansados de las baleares o la costa del sol y buscáis algo cercano pero diferente, un viaje a Lisboa y el Algarve es una muy buena opción para este verano.
Es una zona que no he visitado aún pero de la que he visto grandes fotos. Es una pena que lugares como éste estén tan masificados, pero habrá que buscar esos rincones en los que poder disfrutar sin tanta gente.
ResponderEliminarUn saludo