El puerto fragante o Hong Kong

En 1997 Hong Kong dejó de ser una colonia británica para unirse oficialmente a la República Popular China como una de las regiones especiales del país junto con Macao. Bajo el lema "un país, dos sistemas" se acordó mantener el carácter capitalista de Hong Kong, así como un sistema judicial, administrativo y de aduanas autónomo.

Hong Kong no solo tiene un carácter mucho más occidental que el resto de China, sino que realmente parece que estés en otro país, el idioma es distinto, la arquitectura es distinta, la comida es distinta, la gente es distinta pero sobretodo el ambiente es distinto. Cuando uno piensa en Hong Kong es probable que le venga a la cabeza esa imagen de cine negro de callejones oscuros, luces de neón, edificios destartalados y mafiosos sudorosos en una habitación minúscula con un ventilador girando en el techo, y en parte así es, tiene ese carácter exótico, oscuro y decadente en cierto modo, pero por otra parte es una ciudad tremendamente viva, cosmopolita y moderna.

La zona de Kowloon aún mantiene muchos de esos edificios ruinosos con la fachada repleta de máquinas de aire acondicionado y enormes carteles de neón que se despliegan sobre las aceras y las calles, pero por otra parte la isla central de Hong Kong es una de las ciudades más bonitas que hemos visto nunca, tan limpia como cualquier ciudad Japonesa pero con muchísimas zonas verdes y con un carácter más calmado. Además todo el mundo habla inglés y el sistema de transporte es uno de los más eficientes y sencillos del mundo, así que es una ciudad muy agradable y fácil de visitar.

Nosotros nos estamos alojando en la Chunking House. Es un edificio gigantesco repleto de hostales, restaurantes, tiendecillas y puestos de cambio de moneda en su interior. Un lugar mítico de Hong Kong por ofrecer los alojamientos más baratos de la ciudad. Esto provocó que durante los 90's se convirtiera en el principal centro para los inmigrantes indios, pakistaníes, europeos, ... y fuera uno de los mayores focos de trafico de droga y de mafias de la ciudad, incluso Wong Kar Wai le dedicó una película (Chuking Express). Actualmente ya no es un sitio peligroso y las habitaciones todo y ser minúsculas están bastante más limpias y mejor acondicionadas que hace unos años, todo y eso aún conserva ese ambiente cutre y ecléctico.

Pero si hay una cosa que llama la atención de Hong Kong es el enorme consumismo que la rodea, normalmente todo el mundo habla maravillas de la ciudad como uno de los lugares más baratos para comprar cualquier cosa, en ese aspecto tenemos que decir que el resto de China es MUCHO más barato que Hong Kong y excepto en electrónica, uno encuentra mejores precios en Pekín o cualquier otra ciudad. Sin embargo es impresionante la cantidad de tiendas que hay, por ejemplo en los alrededores de Mong Kok, tienes una calle larguísima solo de tiendas de fotografía y electrónica, otra de ropa y accesorios y otra de deportes en la que prácticamente todas las tiendas son de bambas (zapatillas deportivas). Además hay el Temple Street night Market que abre de 4 a 12 de la noche, el Jade Market, la zona de Tsim Sha Tsui o Canton Road con todas las tiendas de lujo y que decir de la isla central en la que hay aún más tiendas de cualquier cosa que busques, incluido el Soho repleto de pequeñas tiendas y restaurantes, y es que a grandes rasgos Hong Kong es un gran centro comercial con no tantos reclamos turísticos o culturales como otras ciudades, nosotros habíamos planeado nuestra estancia aquí como un mero tránsito pero hemos acabado estando 6 días y nos parece una ciudad preciosa y uno de esos pocos lugares en los que sientes que podrías quedarte a vivir.

Y es que hay veces en que los lugares son más que la suma de sus puntos de interés sobre el mapa y solo cuando estas en ellos, recorriendo sus calles y rodeado por sus gentes, puedes dejarte cautivar por su encanto y en este caso el puerto fragante lo ha conseguido.