9.06.2011

Bienvenidos al fin del mundo



Nos habíamos despertado a las 6 de la mañana y parecía que el tiempo no acompañaría, pero debía ser hoy o nunca. Después de un viaje en camioneta bajo la lluvia a lo largo de la peor carretera que he visto en mi vida, caminamos durante una hora por un sendero bordeando la selva hasta que por fin llegamos a la cima. Ya no llovía, pero cual fue mi decepción al ver que una densa niebla lo cubría todo, no valía la pena ni sacar la cámara, apenas podía ver más allá de mis pies. Habría sido todo el esfuerzo en vano?
Kawah Ijien

Kawah Ijien
Kawah Ijien

Kawah Ijien
Kawah Ijien
Esperamos unos minutos y de repente, como por arte de magia empezó a soplar el viento y en cuestión de segundos la nube se esfumó dejándonos ver por fin las aguas turquesas que cubren el enorme cráter del volcán Kawah Ijien. 
Kawah Ijien
Kawah Ijien
Kawah Ijien
Mientras disfrutábamos de las vistas, los trabajadores iban de un lado para otro cargando con las pesadas cestas llenas de sulfuro, pequeños hombrecillos que son capaces de ascender el cráter y luego descender la montaña a diario cargando con alrededor de 80 kilos de peso a sus espaldas. Yo que iba solo con mi cámara ya me cansé, no puedo ni imaginar el esfuerzo que supone hacer ese trayecto cargando con tal peso a cambio de la miseria que les pagan.
Kawah Ijien
Kawah Ijien
Kawah Ijien
Kawah Ijien
Como si el trabajo no fuera suficientemente duro de por si, además han de soportar los gases tóxicos y el hedor a huevos podridos que libera el volcán de forma ininterrumpida mientras extraen el sulfuro de la base el cráter. La situación de esta gente es muy triste, pero también es digno de admiración lo que son capaces de hacer para sacar adelante a sus familias.
Por otra parte el turismo no parece molestarles ya que mientras ganan unas 600 rupias por un kilo de sulfuro, cosa que equivale a solo 5 céntimos de euro, venden pequeños pedacitos a los turistas por alrededor de 10.000 rupias. Como no pude descender al interior el volcán debido a la gran humareda que había ese día, tampoco pude recoger el sulfuro por mi mismo en el cráter así que decidí comprarle un trocito a uno de los trabajadores pagando el precio supuestamente desorbitado que pedía y es que también hay que saber cuándo no regatear.
Kawah Ijien

2 comentarios:

  1. Si que ha valido la pena......... las fotos son espectaculares, bien por el B.y N. me gustan un beso loli

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  2. Muchas gracias Loli, me encanta verte por aquí de nuevo :) besos!

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