Indonesia

Cuando oímos hablar de Indonesia es probable que nos vengan a la cabeza catástrofes naturales como tsunamis, terremotos o erupciones volcánicas o quizás la relacionemos con pobreza, inseguridad, corrupción del gobierno, integrísmo islámico, atentados, etc. Desgraciadamente este es el tipo de noticias que nos llegan a Europa y que nos crean una imagen muy distorsionada y nada atractiva de este maravilloso país. 

Indonesia es simplemente enorme, más de 17.000 islas y con una superficie total de casi 2.000.000 de km2, es el cuarto país más poblado del mundo con unos 240.000.000 de habitantes, también el segundo país con mayor biodiversidad del planeta, mayor que todo el continente africano junto y con más de 300 etnias distintas desperdigadas por su territorio, no sorprende pues que el lema del país sea bhinneka tunggal Ika "Unidad en la diversidad".

Pero al margen de datos y números, Indonesia tiene algunas maravillas naturales difíciles de encontrar en otras partes del planeta, desde los volcanes de Java, a las playas de Lombok, los fondos marinos sulawesi, los orangutanes de Borneo, los dragones de Komodo o las olas de Bali. 

Pero su oferta cultural no se queda ni mucho menos atrás. Que el país con más musulmanes del mundo, no le impide tener el templo budista más grande que existe, Borobudur o los majestuosos templos hinduistas de Prambanan, la rica cultura balinesa, los toraja, las tribus de Papua o las numerosas minorias que se encuentran dentro de la propia isla de java. 

Tuve la enorme suerte de conocer a unos chicos indonesios que me acogieron con los brazos abiertos en su casa y con los que aprendí muchas cosas, tanto del país y sus costumbres como de la vida de los musulmanes y la religión islámica. Tristemente en occidente solemos asociar el islam con la violencia, la intolerancia, la represión o el terror, también principalmente con las culturas de oriente medio y el norte de África pero después de haber visto grupos musulmanes de la India, China, Tailandia, Malasia e Indonesia, tengo una imagen muy distinta y como me decían ellos, al fin y al cabo el islam trata sobre vivir en paz y querer a quienes te rodean.

Para mi a sido un antes y un después en el viaje y en parte en mi vida, me he quedado maravillado por la belleza de este país del que en realidad he visto tan poco y especialmente por la calidez de su gente, tan amable y cariñosa. Muchísimas personas se me han acercado a ayudarme o a hablar conmigo y darme muestras de cariño únicamente porque veían que estaba solo, sin malicia ni segundas intenciones. De verdad, os recomiendo fervientemente que viajéis a Indonesia, con calma y paciencia, ya que no es el país más desarrollado que existe, pero si vais con la mente abierta descubriréis un país único, precioso, con paisajes espectaculares, culturas milenarias y una gastronomía deliciosa, no dejéis llevaros por una imagen errónea y descubrid el mundo por vosotros mismos.


Yo me llevo un recuerdo preciosos y solo puedo pensar en cuando volveré para descubrir todo lo que tiene que ofrecer este gran desconocido que es Indonesia.

Gracias a Guna, Agus y Anas por ser tan amables, portarse tan bien conmigo y enseñarme su país de forma totalmente desinteresada, también a Damaris, Evi y Laurence con quieres pasé dos días geniales en el Gunung Bromo y a quienes deseo lo mejor en sus respectivos viajes!