Malasia

Malasia me ha parecido un país muy desarrollado, seguro y fácil de viajar. 

En general el ambiente es muy tranquilo y la gente suele ir a su aire sin venir a molestarte para venderte nada, te ayudan si lo necesitas, el transporte publico y privado funcionan bien y las carreteras son de primera en la mayor parte del país. 

Es una buena opción para un primer viaje a Asia, donde encontraréis todas las comodidades sin enfrentaros a grandes retos culturales o culinarios. Es tan fácil que con todo quizás resulte incluso un poco aburrido, al menos en comparación con otros países como Tailandia o Vietnam donde la vida es frenética y siempre hay algo sorprendente esperando a la vuelta de la esquina.

Pero toda esta plácida imagen se desvanece al llegar a Kuala Lumpur, la capital y motor económico del país. Una mega urbe caótica, en ocasiones sucia y sordida, en otras moderna y cosmopolita, pero siempre multicultural y muy animada. 

En cuanto a atracciones turísticas tampoco es un ciudad con mucho que ver, lo más interesante es callejear y vivir el ambiente de cada barrio. Una de las zonas más concurridas  y con multitud de opciones para comer es Chinatown, pero también es de las más turísticas y el mercado me pareció algo cutre comparado con otros de Asia. Por otra parte Little India me gustó bastante y lo encontré un barrio muy auténtico e interesante. 

La zona del Golden Mile o alrededor de Imbi y Bukit Bintag es donde se concentran los grandes centros comerciales y Kuala lumpur tiene algunos realmente impresionantes o acaso el centro comercial de vuestra ciudad tiene zona de tiro al arco o un parque temático con montaña rusa dentro?

KL, como suele llamársela, me ha gustado, es cierto que no tanto como otras ciudades asiáticas, pero reconozco que tiene algo que ninguna otra tiene, las imponentes Torres Petronas. 

Poco importa que que ya no sean el edificio más alto del mundo, cuando las ves por primera vez te dejan sin aliento.

Una de las cosas que más me sorprendieron es que son plateadas, la mayoria de rascacielos suelen ser grises, recubiertos de piedra, marmol, cristal, acero, pero durante el día las petronas parecen bañadas en metal, brillando inconfundibles entre el resto de rascacielos anodinos del centro. No solo los edificios en si, sino el centro comercial de las plantas inferiores y los parques colindantes son impresionantes, con grandes zonas ajardinadas, puentes, columpios para los niños e incluso piscinas publicas. Puede que Malasia no tenga grandes maravillas de tiempos pasados como Angkor Wat o Borobudur, pero las petronas son una de las construcciones más impresionantes de la historia reciente y se ha ganado un merecido puesto en la lista de lugares más emblemáticos de Asia.

Y esta era la última parada, hasta aquí llega este periplo por el sudeste asiático que me ha tenido ocupado todo el verano. Que rápido ha pasado! Dejo muchas cosas atrás, ha habido días de todo tipo, es cierto que a veces ha sido muy duro estar solo, pero sobretodo dejo atrás buenos recuerdos. Me alegro de haberme atrevido una vez más a dar el paso y enfrentarme a lo desconocido y salir a recorrer mundo, sin duda ha sido una experiencia positiva y muy enriquecedora y es que por más que siga visitándola, Asia  y su gente siempre siguen sorprendiéndome e inspirándome.

Pero y ahora que, momento de enfrentarse a la realidad?